Cuestiona hasta qué punto somos caníbales morales

Basada en el caso de Armin Meiwes -conocido también como el caníbal de Rotenburgo (Alemania)-, se presentó en el teatro Fernando Calderón la obra de Noé Morales Muñoz “Pro-Hombres”, bajo la dirección de Ginés Cruz.

La soledad y búsqueda del sentido de la vida son los temas que aborda la obra, que se enmarcó en las actividades del Cuarto Festival Cultural de la Diversidad Sexual 2009.

El festival es organizado de manera conjunta por el gobierno del Estado, a través del Instituto Zacatecano de Cultura, y el colectivo Hijos e Hijas de la Luna.

Con una escenografita minimalista, que consistía en dos sillas y una mesa al centro, dos personajes dialogan, que se conocen gracias a que uno de ellos escribe un anuncio en internet, donde solicita a alguien para ser devorado.

Frankie, que es quien escribe este anuncio, le teme al mundo exterior, no sale de su casa y vive a través del internet el acontecer diario, habla continuamente de su madre, así como de la obsesión por mantener una buena alimentación.

Por otra parte, Sepo es el que responde al anuncio de internet, un homosexual con muchos problemas físicos provocados por la falta de cuidados y una malsana alimentación; es un tipo despreocupado del acontecer diario, que disfruta hablar y describir sus proezas sexuales.

El público asistente puede compartir con ellos los días previos al acto de antropofagia. Frankie trata de mandar a Sepo al médico, para que lo revisen de sus múltiples malestares, y trata de que se alimente de una manera saludable, de la misma manera lo pesa, lo mide y registra los resultados en su computadora.

Por su parte, Sepo, no hace caso de los consejos de Frankie, y se la pasa parloteando sobre el vecino que vive debajo de su departamento y que le gusta mucho.

Destaca en los últimos minutos de la obra la conexión que logran tener estos los personajes con respecto al fin de su plan: lograr sobresalir de lo común y trascender sobre los demás.

Con esta conversación el director busca mostrar como la sociedad contemporánea orilla a condenar a los semejantes por no seguir lo establecido, y que lleva a sus miembros a devorar a la raza humana, sin probar un bocado de carne.

Fotos: Cortesía