Jueves 28 Marzo 2024

Prostitución en Zacatecas, sin control sanitario

Sin padrón de quienes ejercen el oficio más antiguo del mundo ni revisiones periódicas sanitarias, y con presencia de la delincuencia organizada, así opera el Centro de Recreación para Adultos (Cerepa) de La Escondida, Zacatecas.

Son 12 bares y antros los que hay en el Cerepa, llamado popularmente zona o Disneylandia, en donde prestan sus servicios sexuales hombres y mujeres, generalmente alejados de los estándares de belleza.

Omiten las normas de salubridad desde hace 8 años, cuando las células de la delincuencia organizada se adueñaron del lugar, según testimonios de locatarios, quienes pidieron el anonimato.

Desde 2010 no se renuevan las cartillas sanitarias, estipuladas como obligatorias en el Reglamento para el Control del Ejercicio de la Prostitución, en las cuales se registran las revisiones médicas que deben tener periódicamente para controlar las enfermedades de transmisión sexual.

Eran los Servicios de Salud de Zacatecas (SSZ) en coordinación con las autoridades municipales de la capital quienes revisaban la condición de las meretrices como requisito para que siguieran trabajando.

Omar Olivas Chávez, jefe del departamento de Normatividad y Estudios Legislativos del ayuntamiento de Zacatecas, confirmó que no están vigentes las cartillas, las cuales contienen datos personales, como nombre y domicilio.

Tampoco hay un patrón actualizado de los sexoservidores en Zacatecas, agregó, y desde 2010 no se ha modificado el Reglamento para el Control del Ejercicio de la Prostitución, el cual está centrado únicamente a la vigilancia sanitaria.

 

Tienen que 'agarrarlos infraganti'
Es difícil aplicar las sanciones administrativas y económicas a quienes ejercen este oficio fuera del Cerepa, reconoció Omar Olivas Chávez, porque tendrían que 'agarrarlos infraganti'.

Aseguró que autoridades municipales no tienen confirmada la existencia de meretrices laborando en Centro Histórico de Zacatecas ni denuncias formales al respecto, aunque sí quejas de la ciudadanía.

Dueños de antros señalaron que algunos prefieren salir de la zona de tolerancia y ejercer la prostitución en las calles del Centro Histórico, porque consideran que no es negocio trabajar en el Cerepa.

Ha disminuido la clientela por la presencia y control que mantiene el crimen organizado en el Cerepa, según fuentes oficiales.

Un grupo de la delincuencia organizada cobra “derecho a piso” a dueños de los establecimientos a cambio de garantizar su seguridad, según fuentes extraoficiales.

 

Lejos de los estereotipos de belleza
Mujeres comunes y corrientes de 18 a 40 años, de baja estatura y gorditas, que no embonan con los estereotipos de esculturales y curvilíneas chicas, son quienes están dispuestas a ganarse unos 'pesos' para llevar el sustento económico a sus familias.

Al paso de los años se han diversificado los servicios para los clientes en el Cerepa: se pueden contratar servicios hombres con mujeres, hombres con hombres y mujeres con mujeres.

Son foráneos la mayoría de quienes practican el oficio de la prostitución. Por lo regular provienen del sur del país y su intención es juntar dinero para seguir su viaje rumbo a Estados Unidos, aseguraron dueños de antros.