27 presidentes municipales del tricolor acudieron al Congreso para pedir que se apruebe el empréstito solicitado por el gobierno estatal, ya que ello permitiría destinar recursos a los ayuntamientos para sanear sus finanzas.

Hubo momentos de rispidez en el encuentro, en especial cuando la diputada Soledad Luévano Cantú envió bolillos y frutsis a través de sus colaboradores a los presidentes, como mensaje de que iban de acarreados.

Indignación expresaron los alcaldes, quienes después continuaron con la reunión para exponer las dificultades de los municipios y pedir que en la Legislatura se destinen 200 millones de pesos para cubrir déficits en los ayuntamientos.

A nombre de los alcaldes del tricolor, el presidente de Guadalupe, Roberto Luévano Ruiz, expuso que los municipios requieren un rescate financiero y la propuesta de reestructuración financiera de Miguel Alonso Reyes lo permitiría.

Ir a la Secretaría de Hacienda todos los alcaldes y diputados locales junto con el gobernador fue la postura de los diputados de oposición, entre ellos el perredista Iván de Santiago Beltrán, la panista Guadalupe Medina Padilla y José Luis Figueroa Rangel, de Movimiento Regeneración Nacional.

Carlos Peña Badillo, alcalde de Zacatecas, enfatizó que necesitan recursos para gasto corriente como salarios o deudas heredadas de administraciones pasadas, en lo cual la Federación no apoya.

Algunos presidentes municipales expresaron su temor a que, al no aprobarse el empréstito, se recorte en programas que afecten a rubros como apoyos de vivienda, 3x1, becas, respaldo en seguridad y otros que da el estado a las presidencias.

Diputados de oposición explicaron que no se verían afectados programas prioritarios y sociales, lo que posteriormente fue negado por el priísta José Haro de la Torre, quien advirtió que el recorte al presupuesto sí afectaría a los municipios.

Al final los diputados y alcaldes no llegaron a un acuerdo para gestionar recursos adicionales en lugar de solicitar la deuda, tampoco si se considerará una partida de 200 millones en el presupuesto para rescatar las finanzas de los municipios.

En la sesión realizada posteriormente, el panista Mario Cervantes tocó el tema de la visita de los presidentes priístas. Dijo que se alquilaban para acarreos, lo que generó el enfado de los diputados tricolores.

Los desacuerdos entre priístas y opositores sobre el empréstito saltaron de nueva cuenta al enfrascarse en una discusión de acusaciones mutuas, acrecentada por los frustis y bolillos de la diputada Soledad Luévano.

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