GUADALUPE.- En un viejo edificio donde alguna vez fue la presidencia municipal, cientos de brujas, duendes, viejos de la danza, momias, charros y cadáveres de novias se reunieron.

El gran aquelarre fue para celebrar el concurso de disfraces alusivo al Día de Muertos, en el que "La Catrina", de Obras Públicas, se llevó el primer lugar.

Un grupo de servidores públicos del ayuntamiento, entre ellos el alcalde Mario Román Ortiz, conformó el jurado, para dar el veredicto final a tan tenebrosa competencia de personajes tradicionales mexicanos.

Los gritos y aullidos de los asistentes para apoyar a sus favoritos dejaban sordos a los jueces, pues la decisión fue muy cerrada debido a la calidad de los disfraces.

En la competencia participaron 13 trabajadores del Ayuntamiento, con lo que se hizo realidad la primera edición de este certamen, que tiene como propósito rescatar las tradiciones y raíces culturales de nuestros antepasados.

El primer turno en el desfile fue para “El Enterrador”, que caminó al centro de la pasarela, donde ya lo esperaban para ver si calificaba o sería arrojado a las mazmorras de esta casa.

Detrás iba “La Momia”, que dejó fríos a quienes lo miraban, y para que los ánimos no subieran de tono se requirió la presencia de “La Catrina”, que representaba a la Secretaría Particular.

Al continuar con la pasarela de las extravagantes prendas y auténticos diseños creados por los servidores públicos, tocó el turno a “El Jorobado”.

Con pasos lentos y macabros movimientos, dejó impresionadas a las brujas y uno que otro diablito de pastorela que acudieron al lugar.

Poco después, “El Cadáver de la Novia” llegó para reclamar a su siguiente marido, cuando “El Charro Negro” se apareció y quiso robársela.

Sin embargo, fue entonces que la “Araña Muerta” dio clases de porte y finura para intentar ganarse la aceptación de los raros, tenebrosos y escalofriantes personajes que seguían detenidamente el desarrollo de la espeluznante eliminatoria.

Cuando todos pretendían hacer meritos para ganarse la simpatía de sus seguidores, como espectro del más allá apareció “La Catrina”, de Obras Publicas.

No faltaron los clásicos “Viejos de la Danza”, que dejaron ver su tan “pareja” coreografía a la hora de desfilar entre las bestias, monstruos y brujas.

Casi corriendo y al cuarto para las dos se reunieron un par de “Catrinas” que provenían de un extinto departamento de Predial y un fenecido Desarrollo Económico.

Ya cuando todos estaban en la locura total ante los tenebrosos personajes, se eligieron a cinco finalistas que tras bambalinas desintegraron misteriosamente al resto de los adversarios.

“La Catrina” de Obras Publicas, que llevaba a cientos de muertos vivientes como su porra, sacó una amplia ventaja al escandalizar en cada rincón de este arrumbado recinto, para sí llevarse el respeto de los espíritus malignos además de atractivos premios y un jugoso cheque para la otra vida, mismo que hará efectivo a especiales políticos de Guadalupe.

Como mensaje, Mario Román Ortiz agradeció la participación de las peculiares personalidades de gran tradición mexicana y afirmó que su compromiso por mantener vivas estas tradiciones seguirá para el siguiente año.

FOTOS: CORTESÍA

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