JEREZ.- Panadero, lechero o carnicero son oficios a los que cualquier persona está acostumbrada ver, pero observar por la calle a un hombre con una cerveza familiar en la cabeza, eso sí que llama la atención de cualquiera.

Y no se trata de un juego, se trata de un trabajo en el que Javier Ultreras Pérez, originario de Jerez, gana dinero.

El joven ha sido vendedor de dulces en eventos masivos durante 30 años, pero en Jerez y en otras partes del estado ha llamado la atención por su habilidad de cargar sobre su cabeza una botella de cerveza familiar mientras se traslada en su bicicleta por las calles y avenidas.

Hace poco más de un año comenzó con esta actividad, y es que Ultreras Pérez recibe dinero de la compañía cervecera por “promocionar” de esta singular manera su producto.

Ultreras Pérez cuenta que para llamar la atención de la gente comenzó a pasearse en su biciclieta antes de que iniciara algún desfile; aprovechaba el contingente reunido para emprender sus recorridos en busca de promover la marca cervecera y el producto.

Sobretodo en la Feria de Primavera o en las festividades del Carnaval, el joven aprovechaba para lograr la admiración de propios y extraños causándoles gracia.

Aunque ya es muy común verlo de un lado a otro en su bicicleta y con su cerveza en la cabeza, hay algunas personas que creen que está loco, sin embargo ignoran que esa labor es parte de su trabajo y que por ello la empresa cervecera le ofrece un pago digno que hoy en día muchos quisieran tener, ya que esta ayuda es segura y constante.

Cuenta además que algunos incrédulos pensaban que tenía pegada la botella en la cabeza, ya que a simple vista suena extraño que alguien pueda andar como si nada con un objeto encima, pero explicó que “fue la caja de dulces la que me amoldó la parte superior de tanto cargarla; eso fue desde adolescente, al grado de que también puedo hacerla girar manteniendo siempre el equilibrio”.

A Javier ya no le preocupan las críticas. Confesó que de pequeño se vio obligado a abandonar sus estudios debido a que sus compañeros de clase se burlaban de él cuando le daban convulsiones, ahora con orgullo manifiesta que otras personas han de envidiar su comisión.

Dice que no cualquiera tiene la pericia de cargar una botella llena de cerveza en la cabeza, pasear al mismo tiempo en bicicleta, pero, sobre todo, que le paguen por hacerlo, encargo que por supuesto a él no le cuesta ningún esfuerzo.

El sueño de Javier es poder viajar algún día a Guadalajara, Jalisco, para conocer la ciudad, porque narró que ha tenido la dicha de realizar recorridos en su bicicleta por la capital de Aguascalientes y que al regresar lo hace por toda la autopista.

Contento menciona que en estos viajes, automovilistas y traileros se detienen un poco para tomarle fotos o video, e incluso en el canal de videos YouTube circula una de esas tomas.

CON INFORMACIÓN DE RAÚL BAÑUELOS, DE LA VOZ DE JEREZ

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