Al realizar la firma del convenio para el desarrollo interinstitucional del Proyecto “Celdas de Biocombustible Híbridas Basadas en Microfluídos para Conversión de Energía (HYBIOCELL)”, el rector Francisco Javier Domínguez Garay destacó que este vínculo demuestra que en la Universidad Autónoma de Zacatecas “hay investigadores de primer nivel”.

El proyecto se enfoca a nuevas formas de energía alternativas y está financiado por la Agencia Nacional de Investigación de Francia (Agence Nationale de la Recherche, ANR) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), de México. Cada organismo aportará 4 millones de pesos, aproximadamente.

En el proyecto colaboran cuatro instituciones nacionales: el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica, de Querétaro (CIDETEQ); la Universidad Autónoma de Querétaro; el Centro de Investigación en Materiales Avanzados, de Chihuahua, y la Universidad Autónoma de Zacatecas, a través de la Unidad Académica de Ciencias Químicas.

Por parte de Francia toman parte la Universidad de Montpellier, la Escuela Nacional Superior de Química de Montpellier y la Universidad Claude Bernard, de Lyon.

El rector destacó la participación interinstitucional, “lo que viene a representar que las formas de trabajo tienen que ser colectivas, desde los Cuerpos Académicos”.

Se refirió a la internacionalización que ha impulsado la UAZ y que “se refrenda con la firma del convenio”, ya que se tendrá la colaboración de instituciones de Francia.

Domínguez Garay señaló que, además de generar conocimiento, con este proyecto se realizará investigación aplicada para resolver problemas de la sociedad.

“Los zacatecanos se darán cuenta de que en la UAZ hay investigadores de primer nivel, tal es el caso del doctor Sergio Durón Torres, del Programa de Ingeniería Química, quien participará junto con la doctora Marisol Galván, también de Ciencias Químicas. De igual manera, colaborarán tres o cuatro alumnos de maestría y doctorado de la misma Unidad Académica”, refirió.

Línea de investigación de la Universidad
Acerca del objetivo del proyecto, Durón Torres explicó que se busca desarrollar un prototipo de biocelda de combustible, empleando el concepto de microfluídos.

“Esto significa desarrollar un dispositivo pequeño para generación de energía que pueda alimentar aparatos eléctricos, electrónicos de baja potencia, con características de miniaturización, ser desechable y no contaminante”, comentó.

Agrego que esta línea de investigación se ha estado desarrollando en la UAZ, conjuntamente con otros centros de investigación nacionales, en específico el CIDETEQ.

Por esta razón “se ha adquirido infraestructura mínima, la cual se complementará con los recursos que se les otorgarán, para llevar a buen fin los objetivos y metas de este proyecto”.
 
Los universitarios zacatecanos trabajarán la caracterización de materiales enzimáticos y electrocatalíticos, necesarios para el funcionamiento de los dispositivos.

Comentó Sergio Durón que, a la par, hay otro proyecto -aprobado recientemente por Fondos Mixtos-, el cual pretende construir un sensor para DNA (Ácido Desoxirribonucleico) del Virus del Papiloma Humano.

Será un dispositivo en miniatura, como “un laboratorio en un microcircuito”, para tener un indicador de la presencia del virus que es una de las enfermedades con mayor impacto en la mortalidad en el país.

Sin embargo, dijo, esos dispositivos requieren de energía para funcionar, la cual en un futuro se puede obtener de las bioceldas de combustible.

Más adelante se tendría el sensor o sensores y su generador de energía dentro de los organismos se podría hacer un monitoreo en tiempo real, no solo del virus del Papiloma, sino de muchas enfermedades que puedan detectarse.

Microdispositivos que pudieran proporcionar energía al cuerpo
Gerardo Arriaga Hurtado, miembro del CIDETEQ y coordinador nacional del Proyecto HYBIOCELL manifestó que éste es de “alta trascendencia para el país” y para los estados que colaboran (Zacatecas, Querétaro y Chihuahua).

“Tuvimos la oportunidad de ganar este proyecto (compitiendo entre 100 y 150 a nivel europeo y a nivel nacional). Es un orgullo para nosotros poder realizarlo”, comentó.

Señaló que la investigación va hacia el uso de fuentes renovables de energía, hacia microdispositivos, que algún día pudieran también dar energía dentro del cuerpo. “Imaginemos que pudieran funcionar con la sangre, a través de la glucosa, que puede ser el combustible para estos dispositivo”, dijo.

De acuerdo con el investigador, estos dispositivos pudieran implantarse dentro del cuerpo, ser sensible para estar en el mismo y proveer energía o algún tipo de señal necesaria en cuestiones médicas, por ejemplo.

“Estamos en espera de pasar de la etapa de investigación hacia el desarrollo tecnológico y que tenga un impacto social dentro de la comunidad”, comentó el investigador.

Precisó que la investigación se pretende realizar en tres años, aunque se tiene tiempo trabajando en este tipo de sistemas, del cual ya hay un primer prototipo que funciona con un fluido simulado de sangre que provee energía.

“Se busca tener en un par de años un dispositivo que pudiera estar funcionando directamente con sangre”, concluyó Gerardo Arriaga Hurtado.

FOTOS: CORTESÍA

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