Sábado 20 Abril 2024

Zona conurbada, en el abandono

Las calles de la ciudad de Zacatecas, fundada el 8 de septiembre de 1546 y caracterizada por la riqueza en sus minas de plata, que representó uno de los principales ingresos a la corona española, y que logró el nombramiento de la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1993, y las de Guadalupe se encuentran prácticamente devastadas por el abandono de sus autoridades.

La zona conurbada, que constituye una de las áreas de mayor crecimiento en el estado y que congrega una población de 309 mil 660 habitantes, presenta un gran deterioro urbano debido a que sus calles y avenidas están llenas de hoyos y baches a causa de los deficientes materiales con las que fueron hechas y a la falta de mantenimiento por parte de las autoridades, tanto estatales como municipales.

Aunado a lo anterior las avenidas, calzadas y calles de la zona conurbada son transitadas por camiones materialistas de alto tonelaje, sin que exista un control de la Dirección de Transporte, Tránsito y Vialidad, lo que agrava su deterioro.

Hay demagogia de las autoridades ante el daño causado por algunas empresas de la construcción, como la que introdujo la tubería para el gas natural el año pasado, y que afectó una amplia franja de varios kilómetros de la principal vía de comunicación terrestre de la zona en mención –el bulevar Adolfo López Mateos, López Portillo y Calzada de la Revolución–, misma que no solo no reparó el destrozo realizado, sino que además no fue sancionada como lo anticipó en su momento la entonces secretaria de Economía, Patricia Salinas Alatorre.

Hoy las autoridades arrojaron al olvido social la obligación de la empresa constructora para reparar el bulevar, que constituye la columna vertebral de la capital del estado en materia vial, y dejaron en el abandono un área que continúa deteriorándose a causa de los trabajos que se realizan en el distribuidor vial Quebradilla.

Al deterioro se suman los trabajos que realiza la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz) cuando atiende las recurrentes fugas que se generan a causa de una red hidráulica en mal estado y que debe ser reemplazada por la demanda, que se ha incrementado en los últimos años. Las calles abiertas para la reparación de tubería casi nunca se rehabilitan y, cuando se hace, es de manera deficiente.

Es increíble que el gobernador Miguel Alonso Reyes haya informado el 24 de junio de 2015, con motivo de la conmemoración del 101 aniversario de la Toma de Zacatecas, que el estado “se suma a la  buena marcha del país con resultados invaluables y extraordinarios, como los alcanzados en obra pública, donde en 5 años se registra una inversión de más de 27 mil millones de pesos, inversión sin precedentes, que pone de manifiesto que nuestra infraestructura se ha fortalecido en favor del desarrollo de la entidad”.

¿Si en 5 años el gobierno del estado de Zacatecas ha invertido 27 mil millones de pesos en infraestructura, por qué sus calles, avenidas, paseos, bulevares y carreteras están devastadas y en franco deterioro?

Los gobiernos municipales en general adeudan tan solo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 270 millones de pesos, cantidad que se duplicó en los últimos 2 años. Cabe mencionar que de acuerdo con la delegación del Instituto, en agosto de 2013 la deuda ascendía apenas a 120 millones de pesos.

Los ayuntamientos de mayor endeudamiento son Guadalupe y Zacatecas, quienes no han podido eficientar sus respectivos sistemas de recaudación, pero tampoco han incrementado sustancialmente sus impuestos municipales, lo que agrava su situación económica con el aumento de sus nóminas de trabajadores.

Las autoridades municipales de la zona conurbada evitan al máximo el incremento en el impuesto predial para no ver deteriorada su imagen política, pero sus economías son insuficientes para poder dar servicios eficientes y de calidad a la ciudadanía.

Cada vez es más alto el reclamo ciudadano por mejores servicios y de calidad, a los que están obligados tanto la autoridad federal como la estatal y municipal, pero lo que se observa es una deficiente seguridad pública, falta de electrificación de avenidas y colonias, insuficiencia en la recolección de basura y, sobre todo, una creciente proliferación de baches y hoyos.

Los políticos, las autoridades y sobre todo los “asesores” deben tomar en cuenta que si las inversiones multimillonarias no se reflejan en mejores servicios para el ciudadano, fracasan y se convierten en un alto costo para un estado con tantos rezagos en su organización y estructura urbana.

Las obras de relumbrón que pretenden ser estructuras de impacto mediático, si no tienen un uso adecuado y que la ciudadanía obtenga un beneficio inmediato, se acumulan en el cajón de la ineficiencia y, en algunos casos, de la sospecha.

Perder de vista que el ciudadano es el centro de las políticas públicas y de las obras de infraestructura, es gobernar de manera unipersonal, solo para alimentar el ego de quienes quieren trascender en lo material, pero excluyen de sus planes lo social, que es el ámbito en donde se consolidan las imágenes de los gobernantes que trascienden en sus responsabilidades, sean trianuales o sexenales.

El pasado 23 de junio la LX legislatura del estado designó a Zacatecas como Ciudad Heroica, pero sus ciudadanos deberían tener un reconocimiento por su estoicidad y aguante, ante la ineficiencia de servicios públicos.

¿Hasta cuándo tolerarán los zacatecanos las ineficiencias de sus políticos y gobernantes?

Al tiempo.


*Director general de logo portico