Este 13 de febrero se conmemora el Día Nacional del Águila Real, símbolo de la mexicanidad que, con la presencia de sólo 156 parejas en el país, está en peligro de extinción.

Monte Escobedo, Zacatecas, es un municipio que fue decretado como la cuna del águila real, porque es uno de los sitios con mayor presencia de esta ave, cuya categoría actual es de Amenazada.

Con 33 parejas, el estado el segundo con mayor población en el país; de éstas, 18 parejas habitan en dicho municipio, donde, además, existe un gran número de sitios de anidación.

Zacatecas es pionero nacional en la investigación del águila real (Aquila chrysaetos) y está cumpliendo en materia de conservación de esta especie, —dijo el titular de la Secretaría de Agua y Medio Ambiente (SAMA), Luis Fernando Maldonado.

Esta ave (que suele anidar en acantilados o árboles y tiene de una a 2 crías por año) es de suma importancia en la preservación de todas las especies de los ecosistemas donde se encuentra y para ello se realizan diversas actividades y sesiones informativas a través de la Dirección de Biodiversidad de la SAMA.

Dijo que el águila real es representativa del país en el mundo por estar plasmada en la bandera nacional, lo que la convierte en Símbolo vivo de México.

Padece cacería, envenenamiento y electrocución
Enrique Cisneros, coordinador técnico de Proyectos Especiales e Innovación del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, en entrevista con Notimex dijo que el ser humano ejerce "una fuerte presión" sobre esta ave.

Padece cacería y envenenamiento, no siempre porque quieran matarla, pero lamentablemente habita en zonas ganaderas y hay una práctica muy arraigada de los ganaderos de matar a los coyotes y depredadores.

Detalló que comen liebres, conejos y perritos de la pradera, víboras, zorrillos. Pueden llegar a comer cabritos, borregos o hasta un perro doméstico, aunque jamás va a comer un potrillo o un becerro.

Cuando la gente en el campo la ve consumiendo un potrillo o un becerro, es porque el águila la encontró muerta antes. “Ahí es donde empiezan los problemas con los ganaderos, porque muchos las culpan de matarlas”, explicó Enrique Cisneros.

También tiene problemas con los cableados de la luz eléctrica, porque se electrocutan. Muchos acaban así, antes de que cumpla un año, los padres del águila real sacan al aguilucho del nido, no le permiten seguir ahí porque la pareja es muy territorial y lo ahuyentan, relató.

Mencionó también el crecimiento urbano y la caza ilegal como factores que afectan a la especie.

Segunda ave más grande, forma parejas de por vida
Llega a medir 2.20 metros de punta a punta de sus alas y 93 cm, de pico a cola, siendo la segunda ave más grande del mundo. La hembra llega a pesar hasta 5 kilos y el macho 3.5, en promedio.

Vive aproximadamente en el medio silvestre unos 25 años y tiene la mejor vista del reino animal, ya que puede ver un conejo a 2 kilómetros de distancia; además alcanza velocidades en picada de 220 kilómetros por hora.

Son territoriales, protectoras de su zona y forman parejas de por vida, siempre y cuando alguno de los 2 no perezca.

Habita principalmente los estados de Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Aguascalientes, Durango, así como Guanajuato y Querétaro, e incluso se tiene una pareja identificada en Oaxaca, en el Área Natural Protegida de Tehuacán-Cuicatlán.

Urgen mayores acciones para su conservación
En 1994, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) incluyó al águila real en la lista de especies en riesgo y posteriormente se clasificó como amenazada, lo que significa que podría desaparecer a corto o mediano plazo.

Enrique Cisneros recordó que el águila calva, símbolo de Estados Unidos, pasó por una situación similar en la década de los años 30, ya que también estuvo en peligro de extinción.

Sin embargo, el gobierno invirtió millones de dólares, realizó campañas de educación y concientización y formó un marco legal para su conservación, esfuerzos con los que logró recuperarla.

Afirmó que para salvar esta especie se requiere la participación de todos los sectores: sociedad civil organizada, gobiernos de los tres niveles y empresas; además, es importante generar un documento rector para la protección de esta especie.

Consideró que debe haber un mayor número de parejas de estas aves en el territorio nacional, pero enfatizó en que se necesitan mayores esfuerzos y trabajo para encontrarlas y protegerlas, así como las zonas donde se encuentran.

Cisneros se refirió a la importancia de que la sociedad en general conozca, se interese y participe en las labores de conservación realiza su organismo en gran parte del país para preservarla.

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