Con 11 votos a favor, 13 en contra y 2 abstenciones, la Legislatura del Estado rechazó el dictamen en el que se aprobaba la iniciativa a favor del matrimonio entre homosexuales.

Entre porras como “¡Mamá, papá, diseño original!” de los grupos profamilia, así como protestas como “¡Hijos de María, son una porquería!” y “¡Fascistas!” concluyó la polémica y esperada sesión del Congreso de Zacatecas.

Antes de la votación, varios diputados hablaron a favor del dictamen, entre ellos Juan Mendoza Maldonado, quien dijo que la intolerancia es una de las gangrenas de la sociedad, que divide y desquicia, y Zacatecas no tiene por qué imponer una moral para todos.

Comentó que, leyendo mensajes en redes sociales hacia los diputados, dijo que uno de ellos señalaba que sería una monstruosidad el aprobar el matrimonio igualitario, “que atentaríamos contra Dios”.

Pero las verdaderas monstruosidades de intolerancia se han dado en este país en otros tiempos y en otros momentos, dijo, como la que ocurrió contra los creyentes protestantes, incluso lazados y arrastrados por caballo.

También habló de los curas pedófilos, mientras los colectivos LGBTTTIQ+ manifestaban en silencio su aprobación al diputado agitando la mano. Recordó además la discriminación que han padecido estos grupos a lo largo de la historia.

Quienes difícilmente podían mantener el silencio eran los profamilia, pues a cada intervención a favor del matrimonio igualitario expresaban su rechazo y tuvieron que ser llamados al orden por el presidente de la mesa directiva, Pedro Martínez Flores, que advirtió que les pediría salir si continuaban.

Al momento en que hizo su intervención el diputado Javier Calzada Vázquez, quien proponía el uso del término “enlace nupcial” en lugar de matrimonio, gran parte de los asistentes le dieron la espalda.

Argumentó que iniciativa era progresista y de mayor calada que las otras que se han presentado, sin embargo fue rechazada por tratar de suplir un término, el de matrimonio, que implicaba la sumisión de la mujer.

Habló de que las parejas homosexuales no tienen muchos derechos como los que tienen los matrimonios, como el de la seguridad social, entre otros.

Alma Gloria Dávila Luévano recordó una gran tradición religiosa en su familia, en la que lo que imperaba el concepto del amor y el respeto, no la discriminación ni el odio.

Dijo que incluso conoció a muchos amigos sacerdotes, entre ellos homosexuales que optaban por el celibato y una vida entregada a Jesús, y ha recibido mensajes de apoyo de su parte.

Cuestionó a todos los presentes si estaban seguros de no tener familiares o amigos homosexuales, y si les negarían la realización plena de sus vidas.

Omar Carrera Pérez dijo que no es posible ser ciegos, sordos y mudos ante la evolución de la sociedad, y llamó a sus compañeros a votar a favor, sin embargo, al momento de emitir su sufragio la mayoría se manifestó en contra.

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