Equipo para cultivar y cosechar por un monto de 9 millones de pesos fue entregado por la minera a ejidatarios de El Vergel, Mazapil, luego de varias reuniones para generar un proyecto que aumente la productividad de las tierras.

Durante la entrega, los representantes de la mina, propiedad de Newmont Goldcorp, y los beneficiarios reconocieron que el camino no fue fácil, pero se tuvieron resultados satisfactorios gracias al diálogo.

Para elaborar un estudio que sustentara el proyecto se contó con el respaldo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), que consideró acciones integrales para su viabilidad.

En las instalaciones de la mina se realizó la entrega de los implementos agrícolas, como arados, sembradoras, empacadoras y 7 tractores para igual número de pozos de riego que hay en el ejido.

Se hizo entrega a los habitantes de las facturas y llaves de la maquinaria para que se la llevaran en ese momento bajo medidas de seguridad.

Nelson Núñez Vidal, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Minera Peñasquito, indicó que las medidas de mejora contemplan una tecnificación general con otras acciones como tubería para hacer más eficiente el riego y aumentar la producción.

“Es uno de esos días que uno piensa que nunca va a llegar”, expresó durante la entrega, en la que recordó que se tuvieron conflictos en el pasado, pero hubo una gran insistencia y empuje para lograr un acuerdo con los habitantes, a quienes reconoció como los principales protagonistas.

“Nos llena de orgullo, estamos felices de lo que hemos logrado en conjunto, dialogando, trabajando”, refirió Nelson Núñez, quien consideró que se ha sabido construir una mejor relación que se espera continuar con El Vergel para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

“Quiero agradecer a todo nuestro equipo que ha trabajado mucho para poder lograr esto, por su perseverancia (de los ejidatarios) para seguir logrando cosas y poder trabajar y tener algo. Ya hablábamos antes que ha sido difícil, pero finalmente llegamos a un resultado y eso es lo que queremos destacar”, dijo.

Irma Hernández Herrera, habitante y beneficiaria de la comunidad, recordó que hace 43 años se formó el ejido y comenzaron a trabajar la tierra con troncos y burros, luego los apoyó el gobierno y ahora con Peñasquito tienen mejor equipamiento.

“Reconocemos a la empresa, aunque como todo tiene sus problemas, pero por eso existe el diálogo para sentarnos a dialogar, se avanza y llega a buen término, porque nos va a ser de mucha utilidad esta maquinaria”, dijo.

“Le hemos echado muchas ganas, cuando llegamos veníamos sin nada”, agregó. Pero destacó que ahora les dejarán un legado a sus hijos para que se mantengan en su tierra y la cosechen, además de que varios de ellos tienen trabajo en la mina.

“Ahorita tenemos muchísima avena sembrada, alfalfa, somos una comunidad productiva que nos hacía falta este impulso”, expresó Irma Hernández, quien señaló que también cultivan maíz, avena y chile.

Ernestina Rodríguez Lozano dijo a nombre de los beneficiarios que recibieron el apoyo que después “de vueltas y vueltas”, en las que a veces se peleaban y otras se contentaban, al final “estamos aquí echándole ganas” y dio gracias a la mina.

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