El escándalo por la mujer violada en la cárcel distrital de Calera aumentó con una declaración que hizo el secretario de Seguridad de Zacatecas, Ismael Camberos Hernández, con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, al señalar que se trataba de violación equiparada, realizada “con los dedos”.

Al funcionario se le preguntó directamente si hubo penetración, a lo que respondió que fue “con los dedos”, de acuerdo a las investigaciones que se han realizado, lo cual volvió a poner la noticia en medios nacionales e incluso internacionales.

Inicialmente se manejó que estuvo presa en una cárcel exclusiva para hombres y las autoridades reconocieron que hubo violación, sin aclarar quién o quiénes fueron los responsables.

Después se tuvo que aclarar en una conferencia de prensa que la cárcel era mixta y fue un custodio, el cual sigue prófugo.

Sobre que las cárceles distritales son mixtas el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, Arturo Nahle García, confirmó que así es y mientras se hacen las audiencias para vincular a proceso debe permanecer para evitar traslados.

Sin embargo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene otra postura y condenó enérgicamente la violación de derechos humanos a la que fue sometida una mujer “por su reclusión irregular en la Cárcel Distrital Varonil de Calera”.

A través de un comunicado, el organismo nacional señaló que se realiza una estrategia de diálogo e intervención con las autoridades del Estado de Zacatecas y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para generar medidas eficaces tendentes a la protección integral de los derechos humanos de la mujer violentada.

LA CNDH aseguró que la cárcel de Calera no es considerada mixta, sino varonil, “por lo que es inaceptable que se haya determinado, de manera irregular, el ingreso de una persona del sexo femenino, habiendo en la entidad federativa un centro penitenciario ex profeso para mujeres”.

Señala que se viola la ley, ya que se debió llevar al Cereso Femenil de forma inmediata y sin previa autorización judicial, al existir un caso de riesgo para la integridad y la salud de la persona privada de su libertad, el cual fue omitido.

El comunicado cita diversos acuerdos internacionales que no se atendieron y exhorta a las autoridades involucradas a reconocer la situación especial de las mujeres internas, incorporar la perspectiva de género para reclusas y velar por la seguridad e integridad de todas las personas que se encuentran privadas de la libertad.

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