Desde niñas hasta adultas mayores acudieron para expresarse contra la inseguridad que viven en la entidad. Al frente de la marcha en esta ocasión estaban las madres de mujeres asesinadas y desaparecidas, aunque también se hicieron presentes las de hombres fallecidos que dejaron una mamá, hermana, hija o amiga como víctima de la violencia en el estado.

Esta manifestación fue separatista y no podían participar hombres, pero se hizo una excepción para que los niños acompañaran a sus madres. Otra peculiaridad de esta marcha fue la protección en los comercios y edificios públicos.

Hace 2 años  las manifestantes rompieron los vidrios del restaurante La Acrópolis y en en esa ocasión los dueños expresaron su respaldo a las protestas, a pesar de los daños. Esta vez colocaron en las ventanas pañuelos y mensajes de apoyo. A diferencia de los negocios vecinos, no tuvieron grafitis.

En anteriores marchas habían hecho pintas en el Teatro Calderón, que pertenece a la Universidad Autónoma de Zacatecas, pero en esta ocasión no ocurrió, pues como gesto de solidaridad se pusieron pancartas de apoyo con universitarias respaldando la lucha feminista, además de disponer de agua potable para las participantes.

En la Catedral y los edificios de Plaza de Armas se colocaron vallas metálicas desde un día antes y fueron cuidados por elementos policíacos femeninos, por lo que no hubo pintas; además, mujeres antimotines rodearon el monumento a los Niños Héroes para evitar que fuera grafiteado como suele pasar cada año.

A lo largo del recorrido de la marcha que comenzó frente a Ingeniería para pasar por el bulevar y el Centro Histórico, integrantes dejaron mensajes en el paisaje urbano contra la violencia hacia la mujer, el machismo y exigencias de justicia.

Al pasar frente a Catedral las consignas a favor del aborto aumentaron, pues detrás de las mujeres policías había mujeres católicas que rezaban, como en otras partes del país donde se organizan para cuidar los templos.

Salvo algunos polvos, diamantina y reclamos de las participantes al pasar frente a Catedral, no hubo actos violentos que requirieran la intervención de las autoridades en la marcha, que pudo concluir con un mitin en Plaza de Armas, donde se leyeron manifiestos en defensa de la mujer y presentaron actos artísticos.

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