En la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato, el senador Napoleón Gómez Urrutia presentó con gran éxito su libro ‘El Triunfo de la Dignidad’, luego de que no pudiera hacerlo en Zacatecas a causa de la protesta de mineros en la que causaron destrozos en el emblemático Teatro Calderón.

Fue el pasado 3 de noviembre cuando fue censurada la presentación de su libro por un grupo de manifestantes a los que acusó el senador de ser porros pagados por Grupo Peñoles y charros traidores implicados con el líder sindical Carlos Pavón Campos, a quien apodan “La Marrana”.

Pero el evento en Guanajuato realizado este lunes resultó un rotundo éxito con una asistencia de aproximadamente 200 personas y un presídium extraordinario conformado por las senadoras Antares Vázquez Alatorre y Martha Lucía Micher Camarena; María Magdalena Rosales Cruz, diputada de la 64 Legislatura y Jesusa Rodríguez Ramírez, exsenadora dramaturga y activista.

La primera intervención fue por parte de la senadora Antares Vázquez, quien enfatizó cómo el texto de Gómez Urrutia refleja la lucha de un hombre, pero también de la Cuarta Transformación, ya que en ambos casos se busca combatir un régimen que se centra en los que usan su poder económico para hacer negocios al amparo del poder público.

Remarcó que le causó profunda admiración la manera en que el gremio de los mineros nunca dejó de apoyar a su líder. “Entonces ésta es una historia de contrastes: de la corrupción pavorosa y de las fuerzas destructoras del régimen pasado, pero también de la lucha por principios, por ideales”, dijo.

A continuación, María Magdalena Rosales tomó la palabra para señalar que Napoleón Gómez Urrutia nunca estuvo solo en su lucha, pues siempre caminó con el Sindicato Nacional de Mineros, el cual jamás dudó del compromiso de su líder.

Hizo hincapié en que la minería es una labor que produce mucha plusvalía, pero esa ganancia suele estar manchada de sangre minera y obrera.

Por esta razón, mencionó, es tan importante la labor del Sindicato Minero puesto que es el responsable de encausar los intereses de la clase trabajadora y defenderlos frente a aquellos que sólo buscan extraer la riqueza de los pueblos mineros.

Jesusa Rodríguez, a su vez, criticó que empresarios mineros que muestran poco interés en la retribución social sean reconocidos con la Medalla Belisario Domínguez.

Aseveró que quien tortura animales—haciendo referencia al gusto por la tauromaquia de Alberto Baillères, principal accionista de Grupo Peñoles—no puede evitar explotar a los mineros.

“Ya que hablo de los animales, tampoco ninguna marrana merece ser comparada con seres humanos corruptos”, dijo haciendo referencia a Carlos Pavón y provocando risas y aplausos entre el público.

“La intervención violenta del Teatro Calderón muestra una conducta indigna para prevenir el libre flujo de las ideas... No debemos ver esto como una simple protesta, sino como una muestra de intolerancia”, dijo solidarizándose con la cancelación de la presentación del libro del senador en Zacatecas.

“Te damos la bienvenida a pesar que desde hace 30 años tenemos un gobierno que no ha permitido el triunfo de la dignidad en Guanajuato”, mencionó la senadora Martha Lucía Micher.

Felicitó a Gómez Urrutia por la publicación de su libro y aseguró al público que, al igual que el gremio minero sobrevivió a las estampidas de los gobiernos neoliberales, también las fuerzas progresistas triunfarán con el tiempo en su estado.

Condenó fuertemente la persecución política que tanto el senador como ella han sufrido en manos de los conservadores.

Concluyó su participación aseverando que los luchadores sociales—como ella y Napoleón—deben ser fieles a sus principios e ideales hasta el final, como lo hicieron en casos adversos como el del incidente de Pasta de Conchos.

Por último, Napoleón Gómez Urrutia condenó la intervención de poderes fácticos en actos culturales, como ocurrió en Zacatecas, pero agradeció el apoyo y la participación de sus invitadas de honor.

Comentó que estos poderes corruptores siempre han tratado de acallar las voces de aquellos que luchan por conseguir y mantener mejores condiciones para los trabajadores.

“Para mí la dignidad es el valor más importante del ser humano”, mencionó. “México no puede continuar con esa insensibilidad de esos empresarios que acaparan todo y que sienten que pueden hacer lo que les plazca”, agregó.

“Eso es lo que hemos estado empeñados en hacer desde que regresamos hace más de 3 años del exilio. Hemos luchado por mejores salarios, por mejores condiciones de trabajo—de higiene, de seguridad, de salud—, por un trato justo hacia los trabajadores y sus familias, por la dignidad de todos. Con mi regreso, los compañeros mineros y los trabajadores recuperaron la confianza”, expresó.

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